El desarrollo de una organización, al igual que para las personas, se sustenta fuertemente en el aprendizaje e innovación.
El aprendizaje tiene dos esferas: la personal y la organizacional.
En el ámbito personal, cada individuo aprende mediante diversos medios. El aprendizaje puede ser teórico o práctico, y tiene como objetivo desarrollar competencias: un conjunto de habilidades, conocimientos y actitudes que al aplicarlos a las actividades de la organización o personales.
Los mecanismos para desarrollar el aprendizaje personal son la capacitación teórico práctica, el entrenamiento práctico, y la concientización de la propia actividad.
En el ámbito organizacional, el aprendizaje se realiza mediante la incorporación y compartición de conocimientos; éstos son de aplicación para toda la organización o para subgrupos de la misma.
El proceso de aprendizaje organizacional se da en dos formas:
1. Mediante la captura, organización y utilización de conocimiento. El esquema es que las personas registran sus conocimientos, los cuales se organizan y posteriormente se ponen a disposición para que otras personas los utilicen.
2. Mediante la sistematización del conocimiento: los conocimientos se vacían en una aplicación que los usa. Existen desde aplicaciones simples que aprovechan el conocimiento, hasta sistemas expertos; éstos usan técnicas tales como minería de datos, sistemas de inferencia basados en reglas, o manejo estadístico.
Innovación organizacional
Por otro lado, las personas usan su conocimiento para innovar: crear nuevas formas de trabajar, nuevos conocimientos o nuevas aplicaciones. El impacto de la innovación puede ser variable. En ocasiones solo beneficia a quien realizó la innovación, o marginalmente a muchas personas. Sin embargo, muchas veces ofreciendo grandes beneficios a toda la organización.
La innovación puede ser generada en eventos dirigidos a ello (Innovación dirigida e Herramientas para la innovación), pero un complemento es crear un ambiente y un mecanismo que impulse la información constantemente. Para ello es conveniente crear sistemas que faciliten la generación de conocimientos e innovación, su registro, y su aplicación general.
En Ishmati se tienen metodologías para incorporar la gestión del aprendizaje organizacional, así como de la innovación, con base en la metodología Moskali.